Más de 300 millones de botellas que produce la industria de refrescos y agua desechan anualmente, el 10 por ciento termina en la vía pública, pero sobre todo en lagunas, ríos y mares
Mirna Hernández Al señalar que en la región, de las más de 300 millones de botellas que produce la industria de refrescos y agua desechan anualmente, el 10 por ciento termina en la vía pública, pero sobre todo en lagunas, ríos y mares, asociaciones ambientalistas propusieron a los gobiernos y empresas hacer sinergia y crear programas que premien a la población con la colecta y entrega de PET en recipientes especiales. Como sucede en países avanzados y con el objetivo básico de reducir la contaminación ambiental, se requiere instalar en distintos puntos de la zona metropolitana de Tampico receptáculos para captar el PET y a cambio entreguen cierta cantidad de dinero a los depositantes, explicó el biólogo Sergio García Sandoval, presidente del Consejo Ciudadano del Agua del Estuario del Río Pánuco. Sigue la contaminación en la Laguna de Champayán Propuso que se le dé valor económico a las botellas de plástico de refresco o agua, evitar que los hogares las depositen a la basura o las tiren a las calles. En el país, actualmente más de 90 millones de esos recipientes de PET son lanzados a la vía pública, bosques, playas, ríos y mares, según la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados. Dijo que en esta localidad la industria refresquera es muy grande y en épocas de calor una sola planta puede producir más de 50 millones de botellas. A esto, pidió agregar y concienciar a la población sobre el consumo irracional de PET y hacer visibles sus efectos a través de un etiquetado que contenga leyendas e imágenes que reflejen el daño ecológico y ambiental que provoca. Recordó que la zona, al igual que en el territorio nacional, el consumo de refresco embotellado es altísimo, pues estimaciones establecen que cada mexicano ingiere 163 litros de ese tipo de bebidas cada año y con ello la demanda del plástico asciende a 722 mil toneladas al año. Agregó que al igual que en el territorio nacional, el acopio y reciclaje de PET sólo es del 50.4 por ciento. En la actualidad, los océanos se llenan de ocho millones de toneladas de plástico al año; se estima que para 2020 serán 500 millones de toneladas, debido a la producción acelerada de plásticos y a que el proceso de degradación del PET en los océanos es más lento que en la tierra. Ese contexto no pasa desapercibido en la localidad, pues podemos comprobar la gran cantidad de botellas en las lagunas del Carpintero, Chairel y los ríos Pánuco y Tamesí. Puntualizó que es tiempo que gobierno e industria establezcan acciones para que la población tenga una participación importante en la recolección de los plásticos y crear un programa para entregarlo en sitios estratégicos de la zona metropolitana y reducir a cero su envío a los basureros, pero todo va a los cuerpos de agua, dañando la fauna.
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